Viajar es sinónimo de descubrir cosas nuevas y de coleccionar recuerdos inolvidables. Por este motivo es por el que mucha gente opta por comprar souvenirs , imanes o camisetas por ejemplo.
Pero la verdad es que esos pequeños objetos, comprados por la emoción del momento, están hechos para durar poco y acumular polvo. Eso sin hablar de que puede parecer que lo hemos comprado en cualquier otro sitio o incluso nos olvidamos de que existen. Para solucionar el problema de no saber que comprar para tener un buen recuerdo del lugar, viajeros de todo mundo ven mejor la posibilidad de hacer crecer una colección.
No hace falta ser muy ingenioso para empezar una colección. Basta simplemente tener claro que cosas nos gustan y emprender la marcha. Recuerda que de esta forma no solo ves aumentar tu colección, además vas viendo todos los viajes que has hecho a lo largo de toda tu vida. Recordar que compraste esa X cosa con esa persona especial, emocionante al ver ese objeto pues esa era el último de la tienda, sonreír cada vez que lo ves porque tras muchas vueltas y risas la tienda estaba enfrente del hotel,…Son miles los ejemplos que hacen que la idea del coleccionismo sea muy interesante.
Si te gusta sentarte con un buen libro y te podrías pasar así horas y horas te recomiendo que empieces a hacer un hueco en la estantería. Este verano, y los siguientes, vas a poder llenar ese hueco comprando libros indispensables como Don Quijote, El Diario de Anna Frank, Canción de Hielo y Fuego,…escritos en los idiomas de cada país que visites. Por eso hay que tener en cuenta que el libro que elijas sea conocido mundialmente (porque dudo que en Vietnam encuentres a Manolito Gafotas). También puedes coleccionar guías de viaje en otros idiomas de tu propio país o revistas de aquello que te guste. Así veras que hay muchas formas de ver lo mismo y muchas formas de redactar.
Por el contrario también puedes empezar tu nueva colección con los discos de música más típicos del lugar: bachata latina, flamenco español, jazz neoyorkino, ópera italiana, bossa nova brasileña,…Un paseo por el mundo con los cascos y el sofá te devolverán de inmediato al lugar donde lo compraste. O, si lo prefieres y te gusta la música, tienes otras opciones como por ejemplo púas de guitarras.
Otra gran idea para hacer en compañía, sobre todo si hay niños pequeños, es la fotografía. Es decir, podéis elegir cualquier monumento importante del lugar y os haceis una foto con una cara o alguna postura graciosa. ¡Ya veréis lo divertido que es ir viendo crecer ese álbum a medida que pasa el tiempo!
Por último no hay que olvidar algunas colecciones igual de chulas como la de ir agrupando latas de cervezas, los posavasos de los bares o los envoltorios de las típicas chuches (que además estarán en otro idioma) Yo por el contrario soy más de recopilar lápices o portaminas y pequeñas libretas de las tiendas de papelerías más chulas que encuentre por mis viajes.
No se admiten más comentarios