Probablemente Europa del Este sea, incluso para las personas residentes en países europeos, una de las zonas más desconocidas, menos mediáticas o populares.
Pero no quiere decir esto que no cuente con multitud de lugares insólitos y rincones impresionantes que elegir como destino para nuestro próximo viaje.
Y es que, aunque muchos no lo crean, hay maravillas lejos de Londres, París, Roma o Berlín. Pero tampoco vamos a ver esto como algo malo; pues a veces no es necesaria una gran fama para reconocer que algo pueda o no ser maravilloso.
Uno de estos sitios podría ser la perla del Danubio, el nombre con el que se conoce a la capital húngara, Budapest. Los puentes son una de las construcciones más singulares que componen la ciudad. Con el tercer Parlamento más grande del mundo, los baños Gellért, el Bastión de los Pescadores, el Mercado Central, la Plaza de los Héroes o el barrio judío son algunos de los sitios que puedes visitar si decides conocer esta bonita ciudad.
Turquía es otra de esas joyas que nos regala la Europa del Este. La azotea de una tetería puede ser el enclave perfecto desde el que disfrutar de unas vistas similares a las que brinda la Torre de Gálata. No duden en subirse antes del atardecer a un ferry, café en mano, y disfrutar de la puesta de sol en el Bósforo.
El bosque de Bialowieza es el único parque nacional de Europa con bisontes europeos criados en libertad.
Si hablamos de Grecia, puede que muchos conozcan Atenas y sus monumentos más emblemáticos, pero es probable que los Monasterios de Meteora, declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1988, sean comúnmente desconocidos. Traducido como monasterios suspendidos en el cielo o monasterios suspendidos en los aires, situados en la llanura de Tesalia y habitados por monjes cristianos ortodoxos, harán las delicias de ateos y creyentes.
También es cierto que no siempre es necesario pertenecer a Europa del Este para ser uno de los grandes desconocidos. Es el caso de Eslovenia y su población de nombre Bled. Situada a orillas del lago glaciar llamado igual, la iglesia ubicada en el centro de sus majestuosas aguas y el castillo en lo alto de una zona rocosa hacen de él un atractivo turístico sin igual.
No podemos concluir este artículo sin mencionar la que es en este 2016 capital cultural europea: Wroclaw. Situada al oeste de Polonia, es una ciudad repleta de iglesias y monumentos de todo tipo. Las vistas que ofrecen cualquiera de las torres que tiene suponen un gran atractivo, como la que hay junto a Rynek o la vista desde la torre de la catedral vieja. Una de sus particularidades son los gnomos que habitan el casco histórico de la ciudad polaca, cada uno realizando una acción u oficio. Existe incluso una ruta para que no te pierdas ninguno de estos minúsculos seres que viven en la ciudad.
Muchos de estos destinos, además de su belleza, comparten otra singularidad: lo barato de sus precios. ¡No hay excusas!
No se admiten más comentarios