Si hay algo que no falta en el País Vasco es buena comida. El frío del norte hace que sus habitantes sean unos expertos culinarios para calentar el ‘body’ frente a las bajas temperaturas. Siempre se ha dicho que en el norte se come muy bien y que uno llena el ‘buche’ rápido, sobre todo si nos gusta la variedad alimenticia. Pero como la oferta es tan variada, lo mejor es seguir una serie de rutas según el plato o la bebida que más nos guste.
1. Ruta de los pinchos. Aunque en el País Vasco se conocen como pintxos y destacan en San Sebastián, que a cada paso tiene bares que ofrecen cantidad de ellos. Puedes comenzar esta ruta en el barrio de Gros, entrando en el bar Mil Catas. Su nombre ya te anticipa que saldrás de allí bastante saciado. Después de haber abierto boca, pásate a Bergara, muy cerca del primero. Cerca de la playa encontraremos El Patio de Ramuntxo, que ha ganado varios premios por su calidad gastronómica. Tras estos tres primeros sitios, y haber preparado al estómago, lo mejor es ir al barrio propio de los pintxos, la Parte Vieja. Allí encontrarás un bulevar repletos de bares que terminarán de saciarte si es que todavía no lo estás.
2. Un poquito de mar.
Si con los pintxos no has tenido suficiente, es hora de que te sacies con lo típico de la costa: el marisco. Las sardinas y los chicharros son muy típicos y los sirven en cualquier bar costero. El pescado es fresco, del día, se prepara al aire libre y se lleva a los respectivos restaurantes para que el consumidor tenga el producto de calidad al momento. En Vizcaya los mariscos son muy buenos, lo mejor sería empezar por Zierbena que cuenta con muchos asadores y destaca por servir pescado a la brasa. El bacalao es otro plato bien típico, ya sea al pil-pil o a la vizcaína y lo podrás tomar de las dos maneras especialmente en Bilbao. Para terminar con el mar, nos desplazamos a Vizcaya y a sus bares portuarios
3. Bebe con criterio.
Entre pintxo y pintxo o entre primero y segundo está faltando un ingrediente muy importante en nuestra mesa: la sidra. Y es que una buena sidra hace aún mejor una exquisita comida. País Vasco sin sidrerías es como una fiesta sin borrachos, no pueden faltar. En Guipúzcoa hay cientos de ellas y a cada cual mejor, con espacios habilitados para la conservación y crianza de la misma. Los camareros han iniciado una tradición en ciertas sidrerías al sonido de ‘txotx’, en el que invitada a los asistentes a probar la sidra de manera ilimitada. Y sobre todo no olvides beberla después de un buen escanciado, ya que si no, no es lo mismo.
4. Al dulce postre.
Después de los aperitivos y la comida con su respectiva bebida, la ruta gastronómica no estaría lista sin unos buenos postres que endulcen el paladar. En Vizcaya es especialidad la bollería y destacan los canutillos a la crema y los pasteles de arroz. Aunque el plato más típico es la cuajada de leche de oveja, hecha de forma casera y que invitará a que repitas.
¿Sabías qué…?
La cocina vasca está considerada como una de las de mayor prestigio a nivel internacional. Da igual que se tome un aperitivo en un bar, una buena comida en un restaurante o un paseo por la sidrería, y es que en general todos los que visitan el País Vasco dicen que allí se come muy bien. Además de bien, en grandes cantidades, solo recordar la película de ‘8 apellidos vascos’ en el que un puchero de cacerola era únicamente el entrante y para una persona, lo que invita a intuir que quien visite el norte no volverá con hambre, sino con unos kilos de más.
Gracias a unos jóvenes muy curiosos y con ganas de innovar en el mundo gastronómico, decidieron renovar algunos de los platos típicos y crearon La Nueva Cocina Vasca, y algunos de quienes lo empezaron ya son conocidos a nivel nacional.
Gracias a los pintxos los consumidores son capaces de probar pequeñas porciones de alimentos que más tarde pueden pedir para degustar como plato principal, una iniciativa que se ha extendido por toda España y que caracteriza a los bares y restaurantes españoles.
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