Nuestra habitación es nuestro santuario, es probablemente el lugar más íntimo de nuestra casa, donde guardamos las cosas más personales y las reliquias que vamos acumulando con el tiempo. ¿Qué cuentan nuestras habitaciones sobre nosotros? Cuentan lo que somos y lo que aspiramos a ser, nuestros sueños, nuestro pasado. Ya tengamos tres fotos colgadas o trescientas, los recuerdos que nos producen las cosas al mirarlas ya de por sí nos transportan al momento y lugar en el que estuvimos. Por ende, si sois buenos viajeros y os gusta almacenar pequeños tesoros de cada viaje, a través de vuestra habitación podréis volver a viajar a todos los lugares en los que habéis estado sin moveros del sitio.
¿Y qué podemos encontrar en la habitación de un aventurero?
Encabezando el ranking tenemos las ocho mil doscientas cincuenta y ocho fotos que hemos hecho en cada uno de nuestros viajes, bueno, quizás no tantas, pero para muchos exploradores, las fotos son capturas de un instante preciso y las paredes son lienzos a estrenar, por lo que les encanta llenar cada hueco con momentos, normalmente, alegres.
Otros, prefieren llenar las paredes de billetes, ya sean de avión,tren, metro, o incluso, dinero (guardar billetes y moneditas de todos los países, ¿por qué no?).
Luego están los que pertenecen a esa categoría de obsesos enamorados de las colecciones. Sí, nos gusta coleccionar imanes, llaveros, vasos de chupito, postales, tazas, parches y demás, y sí, cada vez que estamos en un sitio y no encontramos el objeto que queremos para nuestra colección nos resulta MUY estresante, incluso somos capaces de recorrernos 50 tiendas de souvenirs en un día con tal de encontrarlo, después, seremos felices.
A estos, le siguen los que coleccionan cosas extrañas de cada sitio. No tienen que pertenecer a una colección, sino que son cosas que representan algo para nosotros y las guardamos / compramos / ¿robamos? por algún motivo enespecial, desde un baúl que nos haya gustado en un mercadillo, hasta el posavasos del lugar donde nos pillamos la cogorza más grande de nuestra vida.
También podemos encontrarnos cuadros o pósteres de todo tipo: cuadros del monumento principal de la ciudad en la que hemos estado, del personaje relevante del sitio, de la plaza del pueblo, de músicos que nos gusten, de caricaturas…
Los objetos estrella son sin duda los mapas. Todo buen viajero tiene un mapa donde marca los sitios donde ha estado, una curiosa combinación entre nostalgia y postureo que nos encanta. El hecho de tener tantas chinchetas como ciudades nos fascina, porque el viajar es una enfermedad, una vez que empiezas no puedes parar. A nosotros, concretamente, nos encantan los de Enjoy Maps, en los que vas rascando los países en los que has estado dejando ver sus monumentos más importantes. Tienes tanto mapas del mundo como mapas de España, para que puedas motivarte a viajar y ponerte como reto desvelar todas las ilustraciones del mapa, una por cada sitio visitado! Además, es una forma de recordar todos nuestros viajes y aventuras en un sólo vistazo. Os dejamos aquí su Facebook, para que puedas compartir tu experiencia con otros aventureros.
Y cómo no, todo viajero cuenta con sus “imprescindibles”:
- Nuestra adorada cámara, que a ser posible tendrá un tamaño enorme del que nos estaremos quejando todo el viaje pero que, sin embargo, nos dejará de importar en cuanto veamos la excelente calidad de las fotos.
- Nuestras zapatillas/ camiseta u objeto de la suerte. Siempre hay alguna cosa que llevamos con nosotros, bien porque nos da suerte, bien porque tiene un valor sentimental importante, sin duda, algo que no podemos dejar en casa.
- Nuestra mochila roñosa, rota por todos lados y con más parches que bolsillos, nos dirán mil veces que la jubilemos, que nos compremos otra, pero nunca lo haremos, ya que nos encanta, y ¿por qué? Pues porque es “nuestra mochila de viaje”.
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