Resulta curioso comprobar lo desconocido que llega a ser el país vecino pese a la poca distancia que nos une. Lisboa no es solo la capital de Portugal. En ella se esconde una ciudad llena de encantos y tesoros por descubrir.
No solo podemos encontrar maravillas dentro de la metrópoli, sino que a las afueras y muy cerquita de Lisboa también hay mucho que ver y disfrutar.
Una de las particularidades que tiene la ciudad son sus vistas. Cuenta con varios miradores desde los que se puede disfrutar de increíbles panorámicas. La ciudad de las siete colinas es otro de los nombres con los que se conoce a Lisboa; de ahí que cuente con un abanico tan amplio de miradores, entre los que podemos mencionar San Pedro de Alcántara, Gracia, Arco de la rua Augusta, o el del elevador de Santa Justa, entre otros.
La Baixa es el corazón y barrio más popular de la capital portuguesa, repleta de arte, arquitectura, comercio, ocio y oferta gastronómica y cultural. Además, sería imperdonable abandonar la urbe sin conocer Alfama, cuna del fado. El barrio más característico de la música popular portuguesa, declarada patrimonio inmaterial de la humanidad, cuenta con varios restaurantes a los que lisboetas y visitantes pueden acudir para degustar la comida típica de la zona bajo el ritmo y la melodía del canto luso.
El castillo de San Jorge y la catedral también son dos sitios que deberías ver en tu visita a Lisboa.
Subir a un tranvía dirección Belém debería ser obligatorio para todo aquel que decida conocer la ciudad. Desayunar los tradicionales pastéis de Belém en la pastelería más popular y concurrida de la ciudad, visitar el monasterio de los Jerónimos, el monumento a los descubridores y la torre de Belém son algunas de las cosas que puedes hacer durante tu estancia.
El ambiente nocturno se concentra en Barrio Alto, y también es una magnífica oportunidad para disfrutar de otro rincón único de Lisboa.
Saliendo de la ciudad, aunque no teniéndonos que alejar demasiado, nos encontramos con Sintra, una villa situada en torno a 30 minutos de la capital. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995, es uno de los mayores atractivos turísticos de todo aquel que visita Portugal. El Palácio da Pena, Castelo dos Mouros, Palácio Nacional de Sintra o Quinta da Regaleira son algunos de los lugares que puedes conocer en tu viaje. Las cuestas también son características del paisaje y terreno de Sintra, por lo que se puede subir en autobús a las inmediaciones del patrimonio.
Si eres de los que prefiere playa y zona costera donde relajarte y desconectar, Cascais puede ser una buena opción para ti. Además de las frías aguas del Atlántico, podrás disfrutar del castillo o la Boca do Inferno. Si decides ir en tren desde Lisboa, a la salida de la estación puedes coger una bicicleta de manera gratuita y recorrer el municipio sobre ruedas.
Estas son solo algunas de las maravillas que te esperan en Lisboa. ¡Una experiencia que no olvidarás jamás!
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