Berlín es una ciudad activa y alternativa. Después de que quedase destruida en la Segunda Guerra Mundial, Berlín se ha ido levantando poco a poco y como fruto de ello, encontramos una mezcla entre el pasado y el futuro.
Podemos ver nuevas construcciones ultramodernas al lado de otras de estilo clásico, figuras extravagantes acompañando a referencias históricas, y sobretodo, arte. Esta pintoresca ciudad está abarrotada de esculturas, monumentos, pinturas y belleza. Cada rincón de Berlín cuenta una historia diferente, aquí os dejamos algunas de las historias más curiosas.
– El Muro de Berlín se construyó prácticamente en una noche. La noche del 13 de agosto de 1961 los oficiales de la República Democrática Alemana comenzaron con la construcción del muro y la instalación de alambres. En poco tiempo lograron rodear 160 km, dividiendo la ciudad.
– Aunque muchos piensan que el origen del nombre de Berlín es debido a Bär (oso, en alemán), no es así, significa “tierra pantanosa”, y se lo pusieron debido al tipo de terreno en el que está construida. Aun así, podemos ver como las esculturas de osos invaden toda la ciudad.
– Situada en el río Spree y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, descubrimos la Isla de los museos, donde se hallan 5 de los museos más importantes de Berlín (AlteNationalgalerie, AltesMuseum, Pérgamo, Bode y NeuesMuseum).
– El Trabant o Trabbi es uno de los iconos de Berlín. Su nombre significa “compañero viajero” y es el vehículo que predominaba en la República Democrática Alemana. La lista de espera para conseguir uno en Berlín Este era de hasta 10 años, incluso había padres que cuando nacían sus hijos los apuntaban en la lista de espera.
– El Ampelmännchen es el pintoresco hombrecillo que encontramos en muchos de los semáforos de la ciudad, sobretodo en la parte soviética. Fue creado en 1961 y se ha convertido en un icono de Berlín. Tras la reunificación alemana, se intentó estandarizar todos los semáforos sin éxitos. En 1995 se crearon campañas de solidaridad por el Ampelmaännchen, pues era un símbolo que la Alemania oriental no quería perder. De esta manera consiguieron colocar muchos de los antiguos semáforos.
– La sinagoga más grande de Alemania se encuentra en el barrio berlinés de PenzlauerBerg, hablamos de la sinagoga de Rykestrasse, que se salvó de ser destruida por los nazis gracias a que se encontraba en una zona rodeada de residencias de ciudadanos arios.
– La cuadriga que corona la Puerta de Brandeburgo, ¿Sabíais que no siempre estuvo ahí? Napoleón la retuvo como trofeo desde 1806 hasta su caída. Además, durante la Guerra Fría, la Puerta de Brandeburgo fue considerada un símbolo de la división de la nación, pues se encontraba entre los dos muros, en la llamada “la franja de la muerte”. Sin embargo, con el paso de los años, se ha constituido como símbolo de reunificación tras la caída del Muro.
– La Torre de televisión de Alexanderplatz mide 368 metros de altura y se ve desde casi cualquier punto de Berlín. Construida por la Alemania socialista, fue apodada “La venganza del Papa” por un efecto inesperado para los comunistas, ya que el sol se refleja en su cúpula de acero en forma de cruz.
– ¿Quién ha dicho parque nudista? Pues sí, hablamos del parque Tiergarten, el pulmón verde de Berlín que cuenta con 210 hectáreas y donde en verano se habilitan dos zonas para practicar el nudismo.
– El tramo más largo del Muro de Berlín que se conserva está junto al puente de Oberbaumbrücke, en la East SideGallery, que cuenta con más de un kilómetro de pared con grafitis y arte al aire libre.
– Los bloques okupas son míticos en Berlín. Se trata de edificios de la época comunista que se convirtieron en centros artísticos y culturales que acompañaban a los emergentes movimientos underground y punk.
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