Buenos Aires es magia. No se sabe qué tiene exactamente para cautivar tanto, pero lo hace de una forma demoledora. Cuando pones tus pies en ella, y pasas un tiempo allí, ya no vuelves siendo la misma persona. De hecho, regresas a casa con el sentimiento de querer dejarlo todo atrás y mudarte a vivir a la capital argentina. Esto no es falso, lo han afirmado escritores, músicos y viajeros que han recorrido todos los rincones del mundo. Buenos Aires es otra cosa. Una metrópoli gigantesca, bohemia, adorada, enigmática. Sobran razones para quererla.
La frenética ciudad de Buenos Aires se sitúa en la zona centroeste del país y se consolida como un importante destino turístico mundial. Por ello, es importante tener en cuenta cuál es la mejor época para visitar Buenos Aires, qué es lo que puedes hacer en Buenos Aires y qué edificios y monumentos la hacen tan especial.
El clima de Buenos Aires es bastante templado, con veranos cálidos y lluviosos y con inviernos húmedos y un poco fríos. Por tanto, lo más recomendable para visitar Buenos Aires es hacerlo en primavera o en otoño, cuando el tiempo es más agradable y más estable para pasear y recorrer la ciudad. Por otro lado, en Buenos Aires no te vas a aburrir. Ni un día. Por lo que si vienes de viaje express será mejor que tengas tus prioridades bien claras. En esta ciudad no hay razón para pisar el freno, así que llega con las pilas cargadas.
El barrio de La Boca es uno de esos rincones que te dejarán con la boca abierta, si es que puedes evitar las lágrimas de emoción al caminar alrededor de tanta belleza. Por otro lado, el cementerio de La Recoleta tampoco va a ser lo que estás esperando, aunque su fama mundial se acerca bastante a lo que seguramente tienes en mente. Aún así, el conjunto de esculturas, sus vitrales, su arquitectura… Lo convierten, sin exagerar, en uno de los cementerios más bonitos del mundo. Además, también tienes la histórica Plaza de Mayo, el Teatro Colón, el Parque 3 de Febrero, el Museo de Arte Latinoamericano…
Sin embargo, si te invitan a un asado argentino (y toleras la carne), tira el mapa y no dudes en ir. Disfrutar de un verdadero asado en Buenos Aires puede llegar a convertirse en toda una experiencia. Aún así, si tienes la oportunidad, no dudes en probar la famosa milanesa, empanadas argentinas caseras y un buen choripán (una especie de bocadillo de chorizo al estilo argentino). Eso sí, tampoco te olvides de tomar mate a todas las horas del día.
Por último, en Buenos Aires podrás disfrutar de mucho arte callejero, así como de una pasión por el fútbol sin igual, de más de 300 teatros con miles de espectáculos y de un sinfín de actividades gratuitas y visitas guiadas. Y todo ello para que precisamente te pase lo mismo que le pasa a todo el mundo: que Buenos Aires se te clave en el corazón de por vida.
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