Si solo disponéis de un día para disfrutar de esta maravillosa ciudad, bien porque estáis de paso, bien porque habéis decidido hacer una escapadita corta, tenéis que ajustaros a un plan muy concreto si vuestra intención es visitar los sitios más emblemáticos de Ámsterdam.
No sé cómo habréis pensado llegar a Ámsterdam, pero si no llegáis a la Estación Central, os recomiendo que os paséis para verla por fuera, pues es todo un monumento, clásica por fuera y moderna por dentro.
Uno de los iconos de la ciudad es la casa de Ana Frank. A los que no conozcan la historia, Ana Frank fue una niña judía alemana que pasó dos años y medio ocultándose con su familia y cuatro personas más de los nazis en Ámsterdam, durante la Segunda Guerra Mundial. Durante su confinamiento, Ana escribió 3 diarios, que más tarde se publicarían en uno, “El Diario de Ana Frank”, lo que hizo que su historia fuese mundialmente conocida. No muy lejos, se encuentra la Iglesia Westerkerk, cuya torre mide unos 85 metros de altura. Para subir es necesario reservar hora y cuesta unos 6€, pero a cambio gozaremos de las mejores vistas de la ciudad y de una guía que nos irá explicando toda la historia de la Iglesia.
Otra iglesia que nos puede interesar ver es la de OudeKerk, ya que se trata del edificio más antiguo de la ciudad. Fue construida en 1.302, consagrada en 1.306 por el obispo San Nicolás como su santo patrono, y en la Reforma de 1.578 fue transformada en una iglesia calvinista. Pero, sin duda, los protagonistas de esta ciudad son los canales, que recorren toda la ciudad. Si vamos bien de tiempo podríamos coger uno de los barcos que nos hacen un recorrido por ellos. El precio puede variar dependiendo de si escogemos cenar en ellos o no, o del tipo de recorrido que hagamos, pero los más baratos podemos encontrarlos por 15€.
Otro de los lugares emblemáticos de la ciudad, es la Plaza de Museumplein, donde encontramos el famoso cartel de “I am Amsterdam” donde suele caer una foto sí o sí. Allí podemos encontrar dos de los museos más importantes: Rijksmuseum (donde se expone la mundialmente famosa “Ronda de Noche” de Rembrandt) y el museo de Van Gogh.
Ámsterdam es conocida por ser la ciudad donde todo está permitido, y ¿por qué? Pues por dos peculiaridades que las demás ciudades e incluso países no suelen permitir:
– Por un lado encontramos el conocido Barrio Rojo. La prostitución está permitida en los Países Bajos desde 1911. Las prostitutas alquilan un escaparate en el que se exhiben. Se puede decir que se trata de una regularización de la prostitución en la que las prostitutas contribuyen con sus impuestos como cualquier trabajador. De día, no suelen trabajar, pero por la noche, el barrio donde se encuentran la mayoría de los escaparates se ilumina de rojo, de ahí el nombre.
– Por el otro lado, los Coffee Shops. Se trata de lugares donde está legalizada la venta y consumo de marihuana. En los Coffee Shops se puede consumir marihuana de diferentes formas: en bizcocho, en té, fumándola en pipas de agua, etc. Lo curioso, es que solo se puede consumir dentro del Coffee Shop y siendo mayor de edad. También se puede comprar, pero está terminantemente prohibido consumirla en las calles.
Probablemente, en un día no podamos disfrutar completamente de esta ciudad y sus peculiaridades, pero sí podemos llevarnos un buen sabor de boca para cuando decidamos volver.
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