Gracia es una viajera nata que refleja su vida de aventuras a través de su blog Living la vida Georgia gracias al conjunto de pasiones que tiene por las letras, la fotografía y los viajes. Nos cuenta como comenzó su vida de viajes, que destinos la han marcado y que la motivo a esta vida de viajes entre otras cosas.
¿Cómo comenzó esta pasión por viajar y conocer nuevos lugares?
Lo de viajar, conocer lugares nuevos y entrar en contacto con otras culturas y transmitirlo a través de la palabra y la imagen, no es algo que se me ocurrió de un día para otro, sino que es algo que me ha apasionado toda mi vida.
Tuve la suerte de tener una familia viajera y crecí en una casa donde se proyectaban en una sabana las películas en superocho que mi tío había rodado en su viaje alrededor del mundo en el buque escuela Juan Sebastian Elcano. Posiblemente todas esas viejas escenas de Tokio, Ciudad del Cabo o El Cairo fueron el despertar de mi wanderlust, y todo mi afán viajero.
¿Cuándo y porque decidiste dejar todo atrás para comenzar a viajar?
Mi vida en Bruselas trabajando para una multinacional americana dejó de tener sentido. Se abrió la posibilidad de trasladarme a una pequeña ciudad de Georgia, Kutaisi y acepté el reto. Después de vivir en 5 países y visitar más de 60, me encontraba con bastante experiencia viajera y decidí que quería conocer la región del Cáucaso desde dentro y viajar en mode slow.
Con mucho trabajo y mucha ilusión puse en marcha mi Blog Living la vida Georgia, donde cuento mi experiencia en esta sensacional tierra que me ha recibido con los brazos abiertos. Georgia era un país remoto que aparecía en casi todas esas listas famosas sobre los mejores destinos de vacaciones y un vuelo low cost abría por fin una conexión entre Barcelona y Kutaisi.
Me di cuenta de que no había casi nada escrito sobre este país y me puse a investigar, descubriendo cada rincón de Georgia, Armenia y Azerbaiján y creando guías para mostrar a los viajeros todo lo que estos países tienen para ofrecer aportando mi experiencia.
¿En qué te fijas cuando eliges un destino?
Leo todo lo que cae en mi mano sobre literatura de viajes y tengo muchos amigos viajeros. Soy curiosa por naturaleza y en cuestión de viajes soy una verdadera esponja. Me gusta leer y escuchar todas las historias de gente que ha tenido la posibilidad y el interés de viajar a lugares exóticos, remotos o a la vuelta de la esquina. Así que cuando miro un mapa y señaló un sitio, otra de mis pasiones, aunque no haya visitado ese lugar suelo saber lo que quiero ver, o hacer en ese lugar.
Yo siempre digo que los destinos te eligen a ti. y lo peor de todo es que viajando siempre aparecen nuevos destinos que antes ni siquiera sabías que existían ya que otros viajeros y gente local te va hablando de ellos y sin remedio se añaden a tu lista. Hablar de viajes es uno de mis temas preferidos y suelo recordar con nitidez lo que leo o lo que me cuentan.
¿Qué destino te ha marcado y por qué?
Todos los destinos te marcan cada uno a su manera. Una de las experiencias viajeras que más me ha marcado fue mi viaje a Etiopía. Visité la capital, la depresión del Danakil, el volcán Erta Ale, las iglesias de la Libela, Gondar, Axún e hicimos un trekking en las remotas montañas Simien para ver los monos Gelada.
Ver la pobreza en la que vivían las gentes de estas montañas me hizo realmente estremecerme: casas sin electricidad ni agua corriente y niños harapientos que no tenían apenas nada que comer. Pero a pesar de eso las familias te ofrecían un café y todo lo que ellos tenían Me di cuenta de que la gente que menos tiene suele ser la más generosa y no solo aquí es una cosa que he constatado en casi todos mis viajes. Países bastante pobres como Nepal, Bolivia o Etiopía. han sido en mi caso un claro ejemplo de generosidad que sorprende.
¿Qué destinos tienes pensados para el futuro?
Uno nunca termina de viajar. Las ganas de viajar y de conocer más cosas siempre están conmigo puesto que es parte de mi naturaleza. Por ello mis proyectos futuros son seguir fotografiando, seguir escribiendo y seguir viajando por la zona, llegar hasta Irán y visitar poco a poco todos los países de Asia central que también me atraen mucho.
¿Cuál ha sido el reto más grande con el que te has encontrado en tus viajes?
El reto más grande ha sido el de viajar sola por países como México, China, India, Indonesia, Perú o Brasil. La principal razón que me mueve es que, para las cobardicas como yo, viajar sola es una muy buena oportunidad para encontrar a todos mis miedos juntos.
Mis miedos me suelen esperar en fila debajo de cada cama en cada hotel, en todas esas calles desconocidas que hay que cruzar en la oscuridad de la noche, en cada avión o autobús que puedo perder, en esas gentes extrañas que vas a conocer, en esas inmersiones en esos mares turquesas que ocultan corrientes poderosas, en esas bellas montañas heladas que solo esperan que te relajes para castigarte con su mal de altura, en ese mosquito zumbón que solo se relajará cuando te pique, y así hasta el infinito.
Cada desafío logrado genera una inmensa adicción al darte cuenta que te has sentido muy viva y hace que busques otro reto del cual salir airoso.
¿Cuál es tu objetivo con estos viajes?
Cada viaje es una oportunidad de encontrarte contigo mismo. Viajar por Georgia, Armenia y Azerbaiján ha sido toda una revelación para mí. Hasta hace dos años yo apenas sabía lo que había por descubrir en estos países. Pero al visitar esta zona he descubierto un paraíso para cualquier viajero o amante del senderismo sin los inconvenientes del turismo de masas: montañas de más de 5.000 metros de altura rodeadas de torres defensivas medievales, ciudades milenarias, monasterios excavados en la roca, iglesias y mezquitas de una belleza sin igual situadas en lugares imposibles, una cultura ancestral, una cocina mezcla de oriente y de occidente, una hospitalidad que apabulla, y una diversidad de paisajes inigualable en el planeta desde zonas desérticas hasta alta montaña.
¿Qué consejos le das a las personas que quieren comenzar esta vida de viajero?
Ser un viajero no siempre está relacionado con hacer viajes lejanos. Simplemente hace falta una voluntad de aprender de la diversidad de nuestro mundo. Si alguien se quiere lanzar a descubrir el mundo yo solo le diría que seguir a su corazón no suele hacer daño y que hay que tener la valentía para vivir la vida que realmente queremos y no, la que otros esperan que tengamos. Hay una frase que me gusta mucho que dice que en el lecho de muerte nadie se arrepiente de no haber pasado mas tiempo en la oficina.
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