Si te encuentras haciendo un Erasmus u otro tipo de intercambio, no puedes perder la oportunidad de viajar por el país de destino o alrededores para descubrir nuevos lugares y explotar al máximo tu experiencia. Viajar es uno de los grandes placeres de la vida aunque a veces no nos lanzamos por miedo a que el presupuesto no se ajuste a nuestras expectativas, más todavía si cuentas con un presupuesto de estudiante. Sin embargo, nada en la vida es gratis, y menos viajar. No obstante, está en nuestras manos intentar hacerlo de la manera más económica, si es eso lo que queremos. Por ello, a continuación veremos una serie de consejos que puedes seguir para optimizar el viaje.
¿Presupuesto?
Si cuentas con un presupuesto limitado, lo más recomendable es que a la hora de organizar el viaje lo tengas presente, para así ajustarte a él lo máximo posible. Por otro lado, si estás planteando un viaje para el futuro, aunque estés de Erasmus, siempre tienes la posibilidad de trabajar en el extranjero para conseguir algo de dinero extra a la vez que amplias tu experiencia profesional.
¿Cómo llego a mi destino?
Todo viaje comienza llegando al destino elegido. Hay múltiples formas de conseguirlo y también dependerá de tus intereses y localización. El avión es el medio más cómodo y rápido pero puede resultar ser el más caro. Ocasionalmente, no te queda más remedio que utilizarlo porque tu destino está muy lejos o las combinaciones en otros medios no son buenas. Aunque también es posible encontrar buenas ofertas de vuelo. Si te has decidido por esta opción te recomiendo lo siguiente:
Las páginas de comparadores de vuelos son ideales para encontrar las mejores gangas, pero no te fíes de ellas al 100%. Cuando encuentres una oferta o vuelo que te interese, comprueba que existe esa oferta en la página oficial de la compañía aérea y cómpralo desde allí. Si no aparece, es que realmente dicha oferta no existe. Así, evitarás, además, que las páginas web intermediarias te cobren intereses y acabes pagando más de lo necesario.
Generalmente, los vuelos que salen a primera o última hora suelen ser los más baratos. Sin embargo, hay que tener en cuenta la accesibilidad que tengas al aeropuerto. Si no tienes transporte público que te lleve a esa hora y al final tienes que recurrir a un taxi, puede que te salga bastante más caro.
Comprueba la distancia del aeropuerto al centro de la ciudad. Muchas capitales tienen varios aeropuertos y puede que la opción más barata sea volar al aeropuerto más lejano. Pero es posible que luego necesites algún tipo de transporte que te lleve a la ciudad y emplees más tiempo en llegar a tu destino. Sopesa qué es lo más rentable para ti.
Los trenes y autobuses son otra opción y suelen ser las más baratas e ideales para viajes de corta distancia o para moverse por Centroeuropa, donde la distancia entre países es bastante asequible. Puedes aprovechar los viajes nocturnos para dormir y levantarte al día siguiente en una nueva ciudad y así ahorrarte una noche de alojamiento.
¿Dónde puedo hospedarme?
Cuanto más simple y sencillo sea, más barato será. Piensa que estarás poco tiempo en la habitación, así que con una cama y un aseo limpio bastarán. El tipo de alojamiento ideal puede ser un hostel o un albergue juvenil. Puede que tengas que compartir habitación con otros jóvenes pero sin duda es la opción más económica.Y nunca se sabe, puedes acabar haciendo nuevas amistades.
¿Qué hago con la maleta?
Si viajas en avión, la mejor opción es llevar tu equipaje en una maleta de cabina. Así evitarás pagar costes extras de facturación. Este tamaño es perfecto para unos cuantos días. Es importante optimizar el espacio y el peso, por lo que evita objetos innecesarios. Recuerda que el envase de los líquidos no pueden superar los 100ml. Si viajas con amigos siempre podéis repartiros y compartir el champú, gel de baño, etc. y así ahorráis en peso y espacio. Otra opción es comprarlos entre todos en el lugar de destino y os evitáis complicaciones.
Una vez allí ¿qué puedo hacer?
Antes de emprender tu viaje, échale un vistazo a las actividades que puedes realizar. Entérate de a qué descuentos podéis acceder los jóvenes o de si existen tarifas de grupo en museos, transporte y demás actividades.También es recomendable que tengas una tarjeta de estudiante o carné joven con los que podrás acceder a numerosos descuentos. Además, existen los conocidos “free tours” en la mayoría de las ciudades europeas. Es una buena forma de conocer la ciudad profundamente de una manera muy económica y cercana.
¿Y las comidas?
Probablemente tengas que dedicar parte de tu presupuesto a las comidas y dependiendo del país te costará más o menos. Si tu alojamiento consta de un sitio para cocinar, aprovéchalo. Pregunta nada más llegar por el supermercado más cercano y su horario de apertura y cierre, para que te puedas organizar. Igualmente, hoy en día, la mayoría de los supermercados tienen una sección de comida preparada para llevar que puede ser otra alternativa a la hora de comer. Lo importante es que le dediques algo de tiempo a planear el viaje para aprovechar todas las oportunidades que tengas y vivir la experiencia al máximo. No olvides que el inicio del viaje comienza con la preparación del mismo, desde el momento que decides ponerte a trabajar para ahorrar. Así que no lo dudes, lánzate a la piscina y empieza a descubrir mundo.
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