A todos nos ha pasado. Si hay algo que todos los equipajes pueden presumir de tener en común es de estar repletos de “por si acaso”.
Y es que, cuando viajamos, tendemos a poner en práctica esa repetida expresión popular del “más vale que sobre que no que falte”. Pero a veces esto se traduce en tener que pagar por facturar maletas que podrían haberse visto reducidas de peso considerablemente.Si lo pensamos, resulta sencillo eso de incluir lo imprescindible, pero a la hora de la verdad la mayoría pecamos de un exceso de necesidad.
Es cierto que cada vez son más las personas que realizan viajes en avión sin pasar por facturación. Aumenta el número de viajeros que ya no solo buscan vuelos low cost, sino que quieren que su equipaje pueda ir con ellos durante el vuelo.
Pero, ¿qué podemos hacer para que esto sea posible?
– Para empezar, debemos tener en mente las dimensiones y capacidades de una maleta de mano. Esto nos facilitará la forma de organizar nuestras ideas.
– Aparte del ya mencionado abuso de la cantidad de ropa y enseres escogidos, otro de los problemas a los que muchos nos enfrentamos es la manera de organizarla de forma que ocupe el mínimo espacio posible. En esta era de lo inmediato y tecnológico, existen multitud de tutoriales en youtube y otras plataformas en las que se nos muestra de forma gráfica y sencilla cómo doblar un pantalón o una camiseta para que nos quepa más del doble de la ropa que habitualmente metemos cuando no realizamos todos estos procedimientos.
– Aunque pudiera parecer una obviedad, también sería útil intentar evitar meter ropa u objetos que pesen demasiado, para así poder tener más recursos con los que contar en nuestro viaje.
– Existe también una alternativa que podemos sumar a todas las ideas anteriores y que probablemente sea menos conocida: las bolsas de plástico. Son una especie de fundas cuya función es la de guardar la ropa al vacío. Extrayéndole el aire con un aspirador, se puede reducir hasta en un 70% el espacio que ocuparía la prenda en nuestro equipaje. Además, nos sirven también para usarlas en casa y proteger nuestra ropa de polvo, insectos u olores; por lo que su utilidad es incuestionable.
– Viajar acompañado también puede servirnos como opción para organizarse y que ninguno tenga que pagar por su equipaje. Tanto si vas con tu pareja, con tu familia o amigos, puede que alguno de ellos no llegue al peso máximo establecido, y pueda guardar en su maleta algunas de tus pertenencias.
– Pesar la maleta para saber si puedes meter más ropa o, por el contrario, reducir lo elegido, es una acción que puede facilitarte mucho las cosas y ahorrarte problemas y disgustos de última hora en el aeropuerto.
– Mira el tiempo y evita llevarte ropa que es muy seguro que no vayas a necesitar. Si va a hacer calor, no te lleves apenas prendas de abrigo, y viceversa.
Un viaje empieza por un buen comienzo.
¡Organízate y disfruta!
No se admiten más comentarios